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martes, 13 de junio de 2023

La flor de la vida

 



La flor, con su delicadeza y belleza, representa la fragilidad de la vida. Las manos que la sostienen simbolizan la protección y el cuidado que se necesita para preservar y apreciar esa belleza efímera. Esta imagen, a mí personalmente, me hace reflexionar sobre la fugacidad de la vida y la importancia de valorar y proteger las cosas bellas y frágiles que encontramos en nuestro camino.

Sin embargo, es una imagen que te hace reflexionar sobre otros aspectos como la relación entre el ser humano y la naturaleza. Es decir, nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza y cómo podemos vivir en armonía con ella, reconociendo nuestra responsabilidad de proteger y preservar su belleza.

El amor

 



Los niños, suelen ser símbolos de inocencia y pureza. Al lanzar el globo de corazón, el niño puede representar la generosidad y el amor desinteresado que las personas regalamos en nuestra infancia. Gracias a esta imagen, uno se hace reflexionar sobre la importancia de mantener la pureza del corazón y de cultivar el amor en nuestras vidas. 
De igual modo, los niños suelen ser muy espontáneos y creativos en su forma de expresarse. Al lanzar el corazón la niña muestra una expresión libre y auténtica de sus sentimientos.


Charco

 


Aunque para muchas personas un simple charco sea una mera acumulación de agua sin importancia, para mi es algo muy inspirador, con lo que yo puedo expresarme libremente y reflexionar sobre la vida.

¿Qué es un charco? Un charco aparece en una zona concreta después de la lluvia y que desaparece al cabo del tiempo. Esto me suscita que todo en la vida es efímero y está sujeto a cambios constantes.

De igual modo, no quiero pasar por alto la siguiente cuestión. Un charco es como un espejo en el suelo que refleja el entorno que nos rodea. Sin embargo, debido a su superficie irregular, la imagen reflejada puede estar distorsionada. Esto me ha hecho reflexionar sobre que en numerosas ocasiones, percibimos la realidad que nos rodea de una forma distorsionada y fragmentada, lo que en numerosas ocasiones nos lleva a tomar decisiones precipitadas y de las cuales posteriormente nos arrepentimos.


El señor de las moscas

Este año, en clase de filosofía hemos tenido la suerte de poder ver el señor de las moscas. Una película que creo que a todos nos ha gustado mucho, a pesar de que al principio no pintara bien. 

La principal causa de que esta película nos haya gustado tanto, es el argumento tan imprevisible y aventurero que tiene. La película trata sobre un grupo de niños sufren un accidente aéreo y tienen que naufragar en una isla, donde no hay nadie y ellos son los únicos supervivientes.

Los niños tienen que aprender a conseguir el alimento por ellos mismos; o bien cazando, o recolectando frutas, como los plátanos, de los distintos árboles frutales que en esa isla hay. También aprenden a hacer fuego con la ayuda del cristal de las gafas del pequeño Peggy. Sin embargo, lo que al principio parecía ser una democracia y buscar el bien común para garantizar el bien del grupo, sufre un giro inesperado a causa de los numerosos enfrentamientos, ya que un grupo de niños, que son los más civilizados, no ven bien la manera en la que actúan los otros, y se separan de su grupo, formando así otro grupo aparte.

 Otro gran momento de la película es el intento de matar al monstro, que supuestamente vive en una de las cuevas de la isla. A pesar de que en la película pasaron momentos muy duros, tanto para el espectador, como para los mismos protagonistas, con la muerte de dos ejes fundamentales en la película: Peggy y Simón, al final, son rescatados, y ahí concluye esta película.

La película, cuando se separan los niños en dos grupos, pasa de una democracia (en la que no había un líder fijo, lo que fue el desencadenante de la separación) a una dictadura. Jack es uno de los niños, el cual es consciente del vacío poder, por eso se vuelve cada vez más agresivo e intenta convencer a los demás de que Ralph es un mal líder. Una vez Jack sube al poder, comienza a fortificar la zona en la que se asientan y a poner vigilantes que custodien el perímetro sin dejar pasar a nadie que nos pertenezca a su bando. El miedo que siente ante la posible pérdida del poder que ha obtenido se transforma en violencia, lo que cuadra perfectamente con la descripción que hace Hobbes de la búsqueda de poder. Jack se aprovecha del miedo que tienen los demás individuos para mandar sobre ellos.

Ralph es Locke, y este, sin embargo, representa al sentido común y a la democracia. Confía en la elaboración de normas respetables que ayuden a la convivencia pacífica de los niños en una isla desierta y sin la presencia de los adultos. Como decía Rousseau, y que repite el pequeño Peggy en una escena de la película: “El hombre es bueno por naturaleza, es la sociedad la que lo vuelve malo”.

En la película aparecen diversos símbolos. Uno de los más representativos es la cabeza del cerdo, esta viene a representar el tótem, aquello que les protege de todo mal, y aunque presente un estado putrefacto, ahí está. Otro símbolo muy llamativo, es la concha. Esta gran concha representa el único orden real que los muchachos tienen en sus campamentos. Cuando Piggy y Ralph primero encuentran la concha, se usa para llamar a los otros chicos y establecer reglas para el gobierno. A medida que avanza, la concha pierde poder a medida que el caos y la inestabilidad asumen el control. Cuando la roca se lanza sobre Piggy (matarlo), también se destruye la concha.

También aparece el monstruo. El monstruo de la isla fue imaginado por los jóvenes. Es su creencia en la idea que le da poder y lo convierte en una realidad. Aunque no hay monstruo, se hace evidente que deben preocuparse por los monstruos dentro de cada uno de ellos. Las gafas son otro de los símbolos de esta película. Las gafas son su salvación, ya que con ellas podía encender el fuego, gracias al reflejo que ejercía el sol sobre los cristales. Sin ellas están de lado del mundo salvaje, lo que los aleja más de la vida que venían teniendo, adentrándolos como ya he dicho, en el mundo salvaje.

Personalmente, es una película que a mí me ha gustado bastante. Al principio creía que iba ser muy aburrida, pero con el trascurso de esta, vi que no. La volvería ver, eso está claro.

¿DEBEMOS CUMPLIR LAS LEYES INJUSTAS?

En la interacción entre el individuo y la sociedad, surge la cuestión de si se debe cumplir con leyes que son consideradas injustas. Este dilema ha sido objeto de profundo debate a lo largo de la historia, desafiando la relación entre la moralidad personal y la obligación cívica. A lo largo de la disertación, vamos a explorar esta problemática desde diferentes perspectivas filosóficas, analizando argumentos a favor y en contra del cumplimiento de leyes injustas. ¿Crees que debemos cumplir la ley que protege a los okupas en España, impidiendo que los dueños vuelvan a su hogar? ¿Deben cumplir, en algunos países o tradiciones, normas que impidan la absoluta libertad de la mujer sin consultárselo a su marido?

En primer lugar, quiero aclarar que cada vez que se haga mención a una ley o norma injusta, se trata de aquellas que generan situaciones de discriminación a ciertas personas en concreto, aquellas que violan algún derecho de cualquier persona…

Según algunos pensadores, como John Locke, el contrato social establece un deber cívico de cumplir con las leyes establecidas por el Estado. Argumentan que el mantenimiento de un orden social es esencial para el bienestar común, incluso si algunas leyes parecen injustas desde una perspectiva individual. Sin embargo, el cumplimiento generalizado de las leyes, incluso si se consideran injustas,
puede mantener la estabilidad y el funcionamiento del sistema legal. Esto puede evitar numerosos conflictos sociales.

Desde otro punto de vista, algunos filósofos, como Henry David Thoreau y Martin Luther King, argumentan que es un deber moral resistir y desobedecer las leyes injustas. Sostienen que la obediencia a leyes injustas puede implicar una complicidad con la injusticia y socavar los principios éticos fundamentales. La desobediencia civil, cuando se lleva a cabo de manera pacífica y con el objetivo de exponer la injusticia, puede servir como una herramienta para generar conciencia y promover el cambio social. Al desafiar leyes injustas, se puede presionar a la sociedad y al sistema legal para que revisen y modifiquen dichas leyes.

Sin embargo, cuando una persona va a tomar decisiones éticas relacionadas con el cumplimiento de leyes injustas, es importante considerar el contexto y las consecuencias. Algunos argumentan que cumplir con una ley injusta en una situación particular puede ser la opción ética si se minimizan los daños o si se buscan otras vías legales para abordar la injusticia. En última instancia, cada individuo debe asumir la responsabilidad de sus acciones y decidir si cumplir o no con una ley injusta en función de sus propios principios éticos. Esta decisión debe ser el resultado de una reflexión crítica y una evaluación cuidadosa de las circunstancias y las implicaciones morales.

A lo largo de la historia del mundo se han dado muchos ejemplos en los que diferentes personas han desobedecido públicamente una ley injusta y esto ha desencadenado en el cambio de esta o incluso en su abolición. Hay un caso muy conocido, el de Rosa Parks, una mujer negra que públicamente quiso desobedecer la ley que imponía que las personas negras no se podían mezclar en el autobús con los blancos, de modo que estos debían ocupar diferentes zonas del autobús.

El debate sobre el cumplimiento de leyes injustas plantea un desafío fundamental para la ética y la ciudadanía. No existe una respuesta única o definitiva a este dilema moral, ya que las perspectivas varían y dependen del contexto y las circunstancias individuales. Desde mi punto de vista, es crucial que este debate continúe, para luchar por una mayor justicia. Por ello debemos hacer frente a estas normas injustas, siempre y cuando lo hagamos desde un punto de vista pacífico y razonado, evitando la violencia ante todas las cosas.